La cinta dirigida por Martin
Scorsese y protagonizada por Leonardo Di Caprio. Fue prohibida en el Kenia por
el gobierno. Pero eso no ha detenido a la población Kenyana ya que aún se puede
conseguir ilegalmente a través de los vendedores de películas piratas. Según diferentes
fuentes, la venta de esta película se ha
disparado a cantidades sorprendentes. Aunque las autoridades Kenyanas
prohibieron la venta, distribución y proyección de la película, los vendedores
piratas no temen a ser procesado por las autoridades. Ya que las jugosas
ganancias son una buena motivación para infringir la ley.
Según las autoridades
encargadas en la regularización de las cintas a proyectar en Kenia, la cinta
contiene sexo, drogas y alcohol. Y es por esa razón que la cinta fue prohibida en este país.
Pero eso solo ha servido
para que los vendedores piratas hicieran su gran negocio, ya que sirvió como
una gran publicidad a la película en ese país. Así que no sirvió de mucho la restricción,
ya que la gente buscara la manera de poder ver la película.
Una copia pirata te puede costar
alrededor de 50 chelines, aproximadamente de 15 a 20 pesos mexicanos.
El proyectar o vender esta película
en Kenia implica unos cinco años de cárcel, pero poco les importa a los
piratas, ya que desde la prohibición sus ganancias ahora son mayores.
En lo personal, no creo que
esa película se amerite una prohibición en ese país, porque aunque es verdad que
contiene escenas muy explicitas, creo que son necesarias para lograr el mensaje
que Scorsese quería mostrar.
http://www.excelsior.com.mx/funcion/2014/01/21/939462